EL ARTE DE LA LÓGICA
Es cierto que un buen título es la mitad de un libro, la otra mitad se encuentra en el estilo y el ingenio que el autor tenga; en la mayoría de los casos éste es natural, ingénito. Pero, ¿y si el todo de algo no supusiese dos mitades sino tres mitades? y espero que perdonéis tamaña licencia lógica; entonces la tercera de las mitades (sofismata) se la deberíamos a la elección que determinados editores hacen de los distintos textos que compondrán un libro.
Sirviéndome lo anterior como introducción, me gustaría explicaros el sentido de lo dicho con la intención de que os acerquéis a un libro del que los dos primeros cuentos lo hacen digno de ser leído. El género es poco habitual, CUENTOS, y el subgénero al que pertenece de lo más desconocido e inusual: cuentos de raciocinio.
En el primero de ellos y que da título al libro, El banquero anarquista, Pessoa se sirve ingeniosamente de la lógica silogística como de un brillante método de razonamiento que sirve para demostrar, incluso más allá de la evidencia sensible, que la razón es capaz de justificar hasta lo contradictorio.
Pessoa aparece como el firme continuador de una tendencia que bien podemos remontar al método heraclíteo del análisis dicotómico de contrarios, así como a la dialéctica parmenídea, con su famoso método de no contradicción partiendo del análisis definicional de términos. Todo ello para construir un cuento que en realidad es un gran sofisma o una tremenda falacia y que visto desde su dimensión meramente semántica, así se nos advierte; no hay que saber lógica para concluir que banquero y anarquista son términos irreconciliables. Pero la estructura lógica con la que avanza el desarrollo del cuento nos conduce, necesariamente a su aceptación.
Si desde un sentido semántico los entendemos como irreconciliables no es menos cierto que en un sentido pragmático tienen al menos la misma legitimidad que aquellos otros que se describen como “funcionarios anarquistas”, ¿no? Obviamente, Pessoa juega con la perplejidad del título.
Bien, reconduzcamos la crítica. De las tres cuestiones que quería comentar en un principio: título, ingenio y labor editorial, creo que la primera ha sido satisfecha. ¡Su título es performativo! Y el hecho de verlo en cualquier estantería de una librería nos llevará a adquirirlo, bien por una actitud de curiosidad, bien por un desafío a nuestra inteligencia.
El segundo cuento, Una cena muy original, destaca ante todo por el ingenio creativo de Pessoa, donde junto a la sagacidad del argumento nos muestra un brillante análisis psicológico de los personajes, en el que a través de sus valoraciones morales, nos deja entrever cómo un terrible desenlace acecha al final. No es éste un cuento como el anterior en el que domine el silogismo sino más bien el ejercicio de la deducción racional aplicada a una situación misteriosa en la que no caben los análisis dicotómicos, sino el planteamiento de hipótesis atrevidas a contrareloj, ya que la solución ha de estar dada antes de los postres.
La tercera cuestión es relativa a la selección de cuentos que componen el libro, desacertada a mi parecer. Por todo lo cual creo que, faltándole una mitad, el libro sólo está al 100%.
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